domingo, 6 de abril de 2014

Ha pasado mucho tiempo, demasiado.
La inspiración parece ir unida a los estados de ánimo, al menos en mi caso.
Años de pérdidas irreparables, insustituibles, de las que dejan vacíos imposibles de llenar.
Gente que me quiere, gente que vuela, gente que se esconde...
Una vida puede acumular cantidades ingentes de recuerdos, vivencias inolvidables, decepciones, alegrías, tristezas... Trastos inútiles, trastos queridos, pero trastos todos ellos.
Mientras el espacio se inunda, el alma se vacía.
Me prometo a mí misma cada día, cumplir el sueño de vivir en una casa libre de cosas inútiles, un ámbito de líneas puras, lleno de luz, y fácil de limpiar y mantener en orden.
Una casa tipo japonés.
Sé que nunca iré a Japón, pero he leído mucho y siento que me identificaría rápidamente con su cultura que esencialmente se basa en el respeto, probablemente en el individualismo, donde la soledad no es lacra y el ser humano es respetuoso con su entorno y sus congéneres.
Suecia, otro lugar donde creo que encajaría a la perfección, aunque el frío es algo que no llevo bien, nada bien. Sin embargo me gusta lo que conozco a través de los libros leídos de autores suecos. La percepción del carácter sueco que se desprende de los personajes, me gusta. Tuve un "novio" sueco a los quince años, y aprendí de él cosas que se corresponden con lo leído posteriormente. Él tenia 30 años y no duró demasiado, pero el tiempo que estuve con él, cortito, me hizo madurar a la velocidad del rayo. ¿Sentí dolor cuando acabó? No creo, aquello era admiración y no amor. Eso no duele.

No sé si lo que vivo ahora es el ocaso de esta vida, o simplemente, se acerca. Sé que es una etapa desilusionada, vacía de intereses y de contenidos, una época de reclusión interna y externa elegida en parte, obligada por las circunstancias, que me sobrepasan y me mantienen inerte.

He perdido mi fuerza, mi coraje, mi valentía...
Me siento como un ladrillo abandonado en una obra sin terminar.
Incapaz de remontar mi vuelo.
He perdido mis alas...
Me he perdido a mí misma, probablemente.
Y no sé donde buscarme.

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