viernes, 27 de noviembre de 2015

Recuperando el espacio.

Hace mucho que ni entro en este blog que creé para descargar tensiones.
No ha sucedido nada que haya mejorado mi situación de jubilada.no-jubilosa...
Y ha muerto Tata, mi amiga del alma.
Los vacíos de mi corazón son cada vez mas difíciles de llenar.
Todos los que me han ido dejando, tienen vida en mi mente. Permanecen inamovibles en mi pensamiento y en mi recuerdo.

Soledad, eterna compañera...

Buscada, casi perseguida diría yo. Me gusta estar sola, me encanta pasear sola. Pero siempre que lo elija yo. Esta soledad impuesta por las circunstancias, no me satisface en absoluto.

La novedad de mi vida tiene cuatro largas patas, morrito afilado, y un manto atigrado (o barcino) que envuelve su cuerpecito cálido. Es una polvorilla, no es tímida, no tiene miedos. Sus ojitos color miel brillan como dos luceros. Le encanta correr y saltar, es capaz de desaperecer largo rato pero, empieza a volver cada vez mas pronto. Camina junto a mí con un trotecito cochinero que resulta la mar de gracioso, demostrando así que es feliz cuando pasea.

Ha sido una elección impagable. Alba se llama. Ella me ha sacado a la calle y me hace caminar cada día en largos paseos. No le hace ninguna gracia que me vaya y no la lleve. Pero tengo que enseñar a mi bichito a quedar atada en la puerta de aquellos sitios en los que no puede entrar... Al estanco me acompaña porque puede entrar, olfatea los chicles, se sube al mostrador, y a veces se sienta.

Los galgos no se sientan mucho, se quedan un poco en el aire sin apoyar el culete. Es la dueña del sofá, de mi cama. Duerme muchas horas y las noches son perfectas ahora en invierno. Se ajusta a mi lado y apoya su cabecita en mis piernas. Su temperatura es muy alta, así que no paso frío.

Es ladronzuela, tragona, se come lo que pilla y tiene tendencia a comerse mis zapatillas, mis pijamas, los calcetines del Pepinillo...

Pero amo a este bichillo flacucho.

Cariñosa, mimosa, dulce.

Mi galguita adoptada, que es muy feliz y me ayuda a enfrentarme a mis días.

Alba.

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