martes, 6 de noviembre de 2012

Las luces y las sombras...


Las luces y las sombras…

Nadie con dos dedos de frente aceptaría el argumento que plantean las “Cincuenta sombras de Grey”.

Y tiene éxito…

Trilogía (descendente en calidad) superventas dirigida ¿A quién? ¿Erotismo para mamás? ¿Qué mamás? Por dios, que estos americanos son la leche.

Nadie, y digo nadie, puede mantener el ritmo que plantea la narración y sobrevivir. No hay un solo momento en que no estén a la faena los protagonistas. Al tiempo experimentando con elementos ajenos, y siempre alcanzando dos o tres mil orgasmos cada vez… No puedo creerlo y Vds. no deberían. Son seiscientas páginas + cada libro, que se leen fácil y rápidamente y poco o nada aportan en cuanto a contenido, excepto los superdotados protagonistas y alguna que otra sorpresa que alimenta la trama, tan escuálida.

Esto es como las pelis porno, en las que durante una hora larga, la gente no para ni un instante (en la pantalla, naturalmente), y claro, el tiempo de rodaje no se cuenta. Pero en la imaginación de esta señora que escribe, todo sucede en menos de tres meses… y de verdad, es imposible la supervivencia.

El ser humano está concebido como una máquina perfecta, pero las máquinas se estropean, fallan en algún momento, y requieren reparaciones.

Los protagonistas de esta historia de sombras, deben andar más pelados que el culo de un mono con erisipela, siento ser tan cruda y directa, pero es que los años me desbordan por todos los lados y, por tanto, la experiencia me dice que no me cuenten cuentos.

Y la señorita en cuestión va, y es virgen la tía. Más a mi favor. ¿Recuerdan su primera vez, señoras? Yo sí, y les aseguro que no fue ni parecida a lo que ahí se cuenta, y si yo fuera joven, empezaría a pensar que algo falla en mi cuerpo saleroso, tampoco tengo diosas bailarinas dentro (licencia que se le permite a la autora, aunque es un poco pesadita con la diosa que lleva dentro), y me traumatizaría todita, de por vida. ¡¡Qué desastreeeeee!!

Háganme caso, lean a Murakami, y no gasten tiempo ni dinero en engordar las arcas de los listillos/as que habitan el universo. Un poco guarrillo el texto y un marketing adecuado, elevan a best seller una obra mediocre y poco creíble. Nada anda mal en sus cuerpecillos serranos, muy señoras mías. De la autora de las sombras ignoro el estado de su cuerpo, pero el de su mente… ha sufrido un sobrecalentamiento global de neuronas y andan derritiéndose por las esquinas.

Lo sepan.

 

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